Muchas veces el silencio
dice más que las palabras
Con ella
compartí muy pocas cosas,
en especial
largos silencios
después de
las entregas fugaces.
La luna
acompañó nuestros encuentros
y el sol
jamás presenció una despedida.
Hablamos con
las manos y los ojos;
dijimos en
mil besos:¡Yo te quiero!
y nos amamos sin palabras
hasta saciar
los instintos.
Y llegó el
adiós.
Una noche no
salió la luna
Y tú me
dejaste con tu ausencia.
Lo poco que
dijimos antes
quedó
grabado en el recuerdo.
Ahora,
abrazo el fantasma que me quiso
y que yo también quise
y me arrepiento de las palabras
que nunca
nos dijimos.
Edgar
Tarazona Angel
No hay comentarios.:
Publicar un comentario