Después
de meses de trabajos, un grupo de investigadores anunció el martes que ha
identificado restos que consideran que corresponderían al insigne escritor
español Miguel de Cervantes en una iglesia madrileña del siglo XVII.
El
equipo de forenses, historiadores y antropólogos que han extraído y analizado
restos óseos en el convento de las Trinitarias admiten, sin embargo, que es
imposible tener plena certeza de que se trate del escritor más universal de la
lengua castellana, puesto que no pueden realizar análisis de ADN.
“A la
vista de toda la información, es posible considerar que entre los fragmentos
(…) se encuentren algunos restos de Miguel de Cervantes”, dijo en una rueda de
prensa el antropólogo forense Francisco Etxeberria, que apeló a la prudencia al
no existir una certeza absoluta.
“Las
coincidencias y las no discrepancias nos llevan a considerar que allí estaría
Cervantes en términos razonables”, añadió el experto, que indicó que ninguno de
los restos tenía rasgos de las patologías traumáticas sufridas por el escritor
en la batalla de Lepanto en 1571, ya que se trata de restos muy pequeños, en
muchos casos esquirlas de hueso.
El
autor de “El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha”, antiguo soldado,
sufrió heridas en la batalla entre otomanos y cristianos que le dejaron
inmovilizado el brazo izquierdo y que dieron lugar a que el escritor fuera
conocido por el apodo de “El manco de Lepanto”.
Por
el momento, los expertos han descartado posibles pruebas de ADN que determinen
con certeza que los restos pertenecen al escritor, ya que no existen muestras
con las que cotejarlos. Los restos de su hermana, enterrada en un convento de
Alcalá de Henares, se reducen también a pequeños fragmentos que forman parte de
un osario.
“Hay
compatibilidad entre la documentación histórica y los datos antropológicos y
arqueológicos, lo que no hay son datos genéticos”, dijo la osteoarqueóloga
Almudena García Rubio en una multitudinaria rueda de prensa celebrada en el
Ayuntamiento de Madrid.
ENTERRAMIENTO EN EL
LUGAR MÁS PROFUNDO
Según
la información aportada por los historiadores, Cervantes fue enterrado en la
primitiva iglesia madrileña de San Ildefonso un día después de su fallecimiento
el 22 de abril de 1616.
En
algún momento entre 1698 y 1730, y según los documentos históricos, un total de
17 cuerpos fueron inhumados de esa iglesia para ser trasladados a la cripta del
templo de las Trinitarias. Entre ellos estaban los de Cervantes y su mujer,
Catalina de Salazar.
Los
trabajos de excavación arqueológica en la cripta se realizaron entre el 24 de
enero y 28 de febrero de este año. Técnicas como el georradar y las cámaras
endoscópicas llevaron al descubrimiento de seis filas de nichos en una de las
paredes, así como de tres niveles de enterramientos en el suelo.
En el
nivel más profundo, a 1,35 metros, se encontraron restos muy deteriorados
compatibles con los del grupo de personas que habían sido enterradas en la
cripta primitiva y trasladados a la nueva en forma de osario, explicó García
Rubio.
A diferencia de otros genios literarios,
como su coetáneo británico William Shakespeare, el alemán Göthe o el francés
Molière, el autor de El Quijote carece de una tumba que le recuerde.
La
alcaldesa de Madrid, Ana Botella, dijo que el Ayuntamiento iba a hablar ahora
con el obispado y las monjas trinitarias que viven en el convento para estudiar
la posibilidad de abrir la iglesia a la visita turística.
FUENTE: es.noticias.yahoo.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario